El mundo no deja de asombrar. Hoy en el blog te contamos sobre la frutilla blanca chilena ¿habías escuchado hablar de esta fruta?
La frutilla blanca es una planta originaria de Chile.
Si tienes planeado visitar ese país y eres amante de las frutas exóticas, aquí hay algunas precisiones y datos insólitos.
Las primeras
En 1452 quedaron escritas las primeras referencias a esta fruta tan particular.
Quien las hizo fue el conquistador español Pedro de Valdivia, que se refirió a ellas como “frutillas”. Así las diferenció
de las conocidas “fresas”, casi iguales a las blancas salvo en su color, y muy comunes en Europa.
Y lo escribió de este modo: “Es imponderable la abundancia de frutilla, perla que producen los campos desde los 36°
para el polo”.
Las frutillas blancas –de nombre científico “Fragaria chiloensis”– fueron utilizadas en la cocina por los mapuches
desde mucho tiempo atrás.
Luego, su cultivo fue olvidado quizás porque su aspecto no era tan atractivo como el de las rojas.
Pero en épocas recientes algunos cocineros las rescataron del olvido.
Un ejemplo de esos impulsores del consumo es el chef Rodolfo Guzmán, quien en su restaurante Boragó, de
Santiago de Chile, las incluye en su menú.
Una celebración
Otro dato curioso es que los mapuches, en sus luchas contras las tropas españolas, solían colocar frutillas blancas en
ciertos lugares para atraer a los soldados. Y luego los emboscaban.
Además, ese pueblo originario utilizaba esos frutos también con fines medicinales.
Hoy, la frutilla blanca se da mayormente en la Cordillera de Nahuelbuta, que abarca las comunas de Contulmo y
Purén.
Justamente, en Contulmo se celebra cada año la Fiesta de la Frutilla Blanca.
