Hoy en el blog te traemos un lugar para divertirte en Perú, Los toboganes de Songos. No te lo pierdas.
A unos 60 kilómetros de Lima, Perú, se encuentran una pequeña maravilla de difícil acceso y gran atractivo, los toboganes de Songos.
¿Te gusta la aventura y respetar la naturaleza? ¿Tenés planeado visitar la tierra de los incas?
Aquí hay algunos datos interesantes sobre este curioso –y trepidante- lugar.
No apta para todos
Songos es un pequeño poblado con escasas viviendas.
Desde allí se asciende hacia los toboganes, en una cuesta que no es apta para todo público: requiere de personas con buen estado físico y dispuestas a trepar por las rocas.
Después del primer tramo, se arriba al llamado Velo de la Novia o Trenza de la Viuda, donde un salto de agua atomiza el líquido y crea una nube pequeña que da lugar a un arco iris.
Desde allí hay que seguir ascendiendo, esta vez con la ayuda de sogas.
Entonces, sí, al final se está en presencia de los tan afamados toboganes de Sungos.
La pendiente por que la gente se lanza es perfectamente lisa, gracias a la erosión de años y años.
Es un momento sublime que hace olvidar las varias horas de ida y vuelta que implica conocer, en persona, esta curiosidad de la naturaleza.
Calzado antideslizante
Para los que se animan a la experiencia, se recomienda llevar calzado antideslizante, guantes y ropa para cambiarse.
Estas indicaciones también las dan los que organizan la excursión a los toboganes.
En general, ellos combinan la visita a Songos con otra a las cascadas de Huanano, lugar óptimo para el bautismo en la disciplina llamada canyoning.
Ella consiste en atravesar cañones naturales a través de diversas técnicas de escalada y descenso.
