Servicio de Asistencia al Viajero

Bares Secretos en New York

Definición de speakeasy

Hace ya un tiempo que se afincó la tendencia de gestar bares de bajo perfil, invisibles para la mayoría de los mortales. Estos son los llamados “speakeasy”, que hacen honor a la época en que en los Estados Unidos regía la Ley Seca y el consumo del alcohol era poco menos que imposible. Efectivamente, estos establecimientos estaban camuflados bajo la fachada de otro negocio y funcionaban casi como clubes privados, lejos de los ojos de la autoridad. Allí los clientes acudían a despuntar el vicio, a pesar del riesgo que existía de que la policía hiciera una redada y allanase el lugar en cuestión.

Checklist de bares escondidos en NY

  • The Back Room, 102 Norfolk Street (Lower East Side): hay un hombre vigilando  la puerta, busca delante de una verja un cartel que dice ‘The Lower East Side Toy Company’, abrila, baja las escaleras y atraviesas el sucio callejón, sube unas escaleras y empuja una puerta negra. Al abrirlas, entrarás en otro siglo: sofás de terciopelo rojo, chimenea, madera y gente (mucha en las horas punta) bebiendo cócteles en tazas, como durante la ley seca cuando nacieron estos sitios, o con botellas de cerveza metidas en bolsas de papel. Precios más asequibles que otros bares (cerveza desde 6$). Fíjate en los camareros al salir y entrar a través de una puerta biblioteca.
  • Gotham City Lounge, 1293 Myrtle Avenue (Buscwick): secreto, secreto, no es. La entrada (llena de los héroes del cómic) la verás perfectamente si pasas por debajo de las líneas de subte, pero tienes que llamar al timbre para que te abran y dejen pasar. Una vez dentro, nada de tonterías, estás en el antro temático más barato de la zona (cerveza y tragos por 3$), con billar y una gran pantalla en la que puede que te encuentres a sus habituales gamers viciándose a algún videojuego.

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  • Bathtub Gin, 132 9th Avenue (Chelsea): lo mismo has pasado mil veces por delante y jamás te has dado cuenta. La tapadera de este bar es una cafetería de ChelseaStone Street Company, en la que seguramente verás al camarero y a dos personas de pie, sin beber café, si entras y les preguntas por el bar, te abrirán una puerta camuflada en el papel de pared, invisible. Dentro, vuelves a los años 20 del siglo pasado, cuando en los bares clandestinos se bebía principalmente ginebra casera, por eso este nuevo bar está especializado en cócteles de ginebra (no muy baratos, pero muy recomendables). Y en medio del bar, la bañera del nombre. Un par de días a la semana hay espectáculo de burlesque ,al estilo Dita Von Teese. En el servicio, con colonia y crema, te secan hasta las manos. Lujo escondido.
  • Bleecker Heights Tavern, 296 Bleecker St. (West Village): claramente está en la categoría ‘antro con encanto’. Un día, tan tranquilo, entras a comer una de las hamburguesas más BRB (buena, barata y rápida) en el Five Guys, vas hasta el final y encuentras unas escaleras, sin preguntar, subes y descubres el típico sports bar, de larga barra, televisiones, cerveza barata y el peor baño de Escocia (si esto fuera Escocia). Divertido y con vistas sobre Bleecker.
  • 2nd Floor on Clinton, 67 Clinton Street (Lower East Side): un bar escondido en un bar. ¡Qué gran idea! A este bar completamente opuesto al antro anterior, se entra a través de una puerta secreta al final del Barramundi (delante de la que, casi siempre, hay un portero, haciéndose el despistado). Cuando entres, te sentirás en un salón de Downton Abbey. Cócteles a 14$ para combinar con sus riquísimas trufas de chocolate.

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  • Raines Law Room, 48 W 7th Avenue:  la fiesta es en la cocina. Así es, la zona de la barra donde puedes esperar a que te sienten es una cocina, muy victoriana, pero una cocina. También hay una recepción, un salón y un jardín a lo largo de los que se sienta la gente que bebe alguno de los infinitos cócteles de la infinita carta. La entrada también parece la de una casa, sin nombre, sabrás qué es por el portero que o bien te dejará entrar directamente (sobre todo entre semana y pronto) o te pedirá tu teléfono y te dirá que te alejes de la puerta, él te llamará cuando quede libre una mesa. Si dejaran hacer cola en la puerta, ya no sería tan secreto.
  • Please Don’t Tell, 113 St. Marks Place (East Village): un clásico oculto ya, porque nadie ha hecho caso a su nombre. Y nosotros tampoco. Para encontrarlo busca la salchicha gigante, ésa que dice “Eat me” (“Cómeme”), entrarás en Crif Dogs, un bar especializado en perritos calientes. Prueba uno y sigue hasta el fondo. ¿Ves el teléfono antiguo? Descuelga, marca uno y espera a que contesten. Dentro, un elegante bar de sillones de cuero, ladrillo visto y animales disecados que observan a la clientela bebiendo algunos de los sabrosos y originales cócteles, como el Old Fashioned con infusión de bacon.
  •  Angel’s Share, 8 Stuyvesant Street (East Village): busca el ruidoso restaurante japonés Village Yokocho, subes al segundo piso y a la izquierda busca la puerta de madera. Por algo los llaman bares secretos. Y éste es silencioso, agradable, romántico y con una preciosa decoración. No dejan estar de pie, ni ir en grupos de más de cuatro personas, así que mejor si vas temprano y evitas los fines de semana. Seguro que nunca antes habías estado en un bar japonés, así que para disfrutar de la experiencia completa prueba el cóctel de lichi con wasabi.

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Como bonustrack agregamos un reciente bar temático a la lista:

Tim Burton en Nueva York

El universo de Burton es muy especial, gótico y fantástico. Un empresario decidió homenajearlo con un bar donde todo recuerda sus pelis
Tim Burton uno de los directores de cine que mejor han sabido crear un mundo paralelo que lo identifica. En cada de sus pelis te encontrás con el mismo clima inquietante, fantástico, gótico e infantil. Para los fans de este universo, abrieron el año pasado en Nueva York el Beetle House, un homenaje a Beetlejuice, una de sus pelis más famosas.

Tim Burton uno de los directores de cine que mejor han sabido crear un mundo paralelo que lo identifica.
Zach Neil, el creador de este bar, quiso hacer un homenaje a Tim Burton, pero también al espíritu de Halloween, pero no solo a fines de octubre, sino durante todo el año. El fundador del bar es otro de los grandes fans de la filmografía de Burton, y en su honor musicalizó el lugar con temas de la banda The Clash, de la que también es fanático el director.
Algunos de los platos principales incluidos en el menú serán el Edward Burger Hands, por supuesto, de la cinta Edward Scissorhands , el Eggs Skellington, que nos recuerda el trabajo de The Nightmare Before Christmas y el Victor Van Pork por la cinta The Corpse Bride.
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Quiero que me llamen!
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