El francés Erik Satie fue uno de los músicos más inusuales y geniales de fines del siglo XIX y comienzos del XX.
En París, si estás por ir, puedes ver desde fuera el edifico donde se hallaba el minúsculo apartamento que habitó en
1868, cuando sus ingresos como compositor eran tan escasos que debía tocar el piano en bares populares y cabarets
para ganar su sustento.
Al sur
Rue Cortot 6 es el lugar donde pasó parte de su vida parisina Erik Satie, nacido en Honfleur, al norte de Francia, en
1866.
Este músico rompió varias tradiciones, como la de llamar a sus obras con números sucesivos como “Sinfonía No. 5”
o con denominaciones que remitían a la mitología: “El ocaso de los dioses” o “El oro del Rin”.
Satie, en cambio, utilizó nombres ligeramente irónicos: “Embriones disecados” y “Tres piezas en forma de pera” son
algunos de ellos.
También sus partituras contenían acotaciones que llamaban la atención: “Ligero como un huevo” o “Abra su
cabeza”.
Materia artística
Por su estilo, participó de varias vanguardias, desafiando el mainstream en materia artística.
Compuso obras para piano, orquesta de cámara, películas, ballets y para acompañar poemas.
También se aventuró en la literatura con, entre otras, dos obras: “Cuadernos de un mamífero” y “Memorias de un
amnésico”.
Al morir, cuando sus amigos ingresaron a su último domicilio –más amplio que el de la calle Corot– encontraron,
entre otras posesiones, cerca de 100 paraguas y 12 trajes idénticos de terciopelo.
Fuentes de las imágenes
https://studiosparis.wordpress.com/tag/erik-saties-former-home-in-montmartre/
Santiago Rusinol. Painting of Erik Satie, 1891.
www.kickstarter.com/projects/2017832729/uspud-by-erik-satie-edinburgh-fringe/description?lang=es
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