En Costa de Marfil, al oeste de África, despliegan toda su majestad unas cascadas diferentes.
¿Tenés ganas de conocer una maravilla de la naturaleza en un continente que está siendo redescubierto por el turismo?
Aquí hay algunos datos que quizás te ayuden en la decisión.
Multiétnica
Costa de Marfil, o Côte d’Ivoire en francés, es una nación multiétnica.
Su nombre fue puesto por los primeros exploradores debido a las ingentes cantidades de marfil que obtenían, allí, de la caza de los elefantes.
De 1904 a 1958 fue parte de África Occidental Francesa y hoy ese idioma europeo es hablado por el 70% de la población.
En sus paisajes, la nación muestra una amplia diversidad: desde la selva virgen hasta la sabana y las playas del sur.
Casi toda su economía depende de la naturaleza: sus cultivos exportables son el café., la banana y el cacao.
La escalera
El escritor y poeta británico Rudyard Kipling dice: “Un no puede resistir el encanto de África”.
Y eso es fácil comprobarlo al visitar las cascades de Man, una curiosidad geológica que sorprende por su particular forma.
Se trata de un plano inclinado sobre el que baja el agua, y ese plano inclinado a la vez está formado por escalones.
Al final, el líquido se reúne en una piscina donde los turistas se refrescan luego de admirar ese prodigio.
Para arribar a ese lugar, se debe descender primero por un sendero con enormes árboles y lianas, y luego, de improviso, la espesura de la selva se abre y se observan los saltos de agua.
Fuentes de las imágenes:
www.youtube.com/watch?v=EOayXXIrvow
https://kanigui.blogspot.com/2013/06/il-faut-sauver-les-cascades-naturelles.html
www.youtube.com/watch?v=F-NAmzMgcm8
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