Una galletita extraña para algunos, adorada para otros. Hoy en el blog te contamos algunas cosas sobre la curiosa printen
En Aquisgrán, Alemania, se prepara esta galletita, la curiosa printen -que en realidad no lleva el curiosa en su nombre-
Se caracteriza no solo por su dulzor sino también por otra particularidad: es sumamente dura.
¿Estás pensando en visitar la ciudad donde el emperador Carlomagno solía descansar? Aquí hay algunos datos sobre ese alimento emblemático.
También, Aachen
Llamada en alemán Aachen, Aquisgrán se encuentra en el oeste germano.
Fue levantada en el siglo VIII, y ha sabido conservar su arquitectura medieval y su misterio.
Como muchas otras ciudades milenarias, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, pero con un privilegio especial: se trata del primer lugar europeo en recibir ese reconocimiento.
Pasear por sus calles implica reconocer distintos estilos arquitectónicos –del gótico al barroco y al clásico-, orgánicamente amalgamados. Y descubrir las inagotables ideas de quienes idearon las variadas fuentes que sorprenden a cada paso.
Presencia ineludible
También el turista advierte en toda panadería, bar y restaurante una presencia ineludible: la printen.
Es una galletita dulce con numerosas especias: canela, jengibre, clavo de olor, coriandro, pimienta. Y el azúcar cristal junto con la melaza le otorgan una dureza poco común.
Algunos se animan a comerla tal como se presenta. Otros optan por la versión bañada en chocolate, y con maní y nueces. Ese baño mantiene la humedad interior y la torna más tierna.
¿Qué forma tiene esa especie de bizcocho? Muy diversas: letras, números y personajes medievales como reinas, monjes, caballeros.
También hay printen de varios tamaños: desde las pequeñas como bombones hasta otras muy, muy grandes.
La printen recibe su nombre de la presión que se ejercía sobre la masa para acomodarla en los primitivos moldes de madera, tallados a mano, que se usaban hace siglos.
Hoy, muchos de ellos se exhiben en las tiendas como piezas de colección.