Cerca de Londres se halla una pagoda muy particular.
Es parte del Real Jardín Botánico de Kew, una institución nacida en el siglo XVIII y que por su extensión y cantidad de visitantes –provenientes de los cinco continentes– emplea a 700 colaboradores.
¿Te interesan los parques y la naturaleza? ¿Te gustan las construcciones exóticas? Aquí vas a encontrar algunas particularidades de esa curiosidad oriental erigida en plena Inglaterra.
Un obsequio
La pagoda fue diseñada por William Chambers en 1762, al estilo de las chinas.
Y nació como un obsequio a la princesa Augusta, creadora de ese enorme reservorio vegetal.
La construcción tiene 10 pisos en forma de octágono, decrecientes hacia la cima.
Su altura total es de unos 50 metros.
Si bien el creador había estudiado la arquitectura oriental, no respetó la norma de incluir solo un número impar de pisos. Y de preferencia, siete, que representan los pasos hacia el cielo para la filosofía china.
De ladrillo
Las paredes de la pagoda son de ladrillo y una escalera interna, de 253 peldaños, permite llegar hasta el último piso y admirar los jardines circundantes.
Cada planta tiene un techo proyectado hacia adelante y adornado con dragones cubiertos con láminas doradas.
En 1784 fueron retirados y circuló la leyenda de que los vendió el rey Jorge IV para saldar sus deudas. La realidad es que se deterioran por estar hechos en madera y tener poco mantenimiento. En el 2018 fueron repuestos y hoy es posible apreciarlos.
Al momento de inaugurarse, la pagoda tenía a su lado una mezquita turca y una alhambra morisca ya que, por entonces, lo exótico estaba de moda al momento de idear un jardín de grandes dimensiones.
Y algo más: cuando se la inauguró, por lo inusual de la construcción muchas personas pensaban que podría derrumbarse en cualquier momento.
Fuentes de las imágenes:
www.tmagazine.es/rincones/royal-botanic-garden-kew-rey-los-parques/
postcardmemory.wordpress.com/2014/03/19/kew-gardens-pagoda-london/
historiadelartemalaga.uma.es/profesorado/jmmf/hdj/londres-kew/
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