Mejor prevenir que curar, por eso hoy en el blog te dejamos algunas tareas para antes de viajar
El turista cauto no es miedoso, sino astuto. Y astuto es aquel que sabe prever las consecuencias de lo que hace -o lo que no hace-. Por eso, si estás por viajar a Kioto, Cartagena o cualquier otro sitio, es recomendable dedicarle un tiempo a estas tareas para antes de viajar, una recomendación.
Como dice el escritor latino Lucio Séneca: “Cuando se está en medio de las adversidades, ya es tarde para ser cauto”.
Antes de viajar, chequea tener todo en orden.
Tarjetas más mapas
Algunas tarjetas de crédito exigen que quien va a viajar al exterior, indique el lugar y la fecha. El objetivo de esto es evitar que otras personas utilicen su tarjeta.
Se trata de un trámite simple que puede hacerse desde el celular, la notebook o la computadora de escritorio.
La segunda tarea es bajar al celular los mapas digitales de las ciudades o pueblos que se visitará. En particular, los de aquellos que tengan una señal de Wi-Fi pobre o poco estable.
La tercera tarea: hacer un listado de lugares imprescindibles a visitar. Esto es vital cuando se llega a ciudades demasiado grades y con numerosos atractivos. En esos espacios llenos de museos, tiendas y otros paseos cautivantes, es posible que por falta de organización el turista no pueda administrar bien su tiempo. Y el tiempo siempre es un bien escaso.
Una buena manera de organizarse es hacer una lista de pendientes
Fotos, documentos, seguro
Lo cuarto es tomar fotos o escanear las principales páginas del pasaporte y enviárselo uno mismo por WhatsApp y por e-mail.
De de esa manera, el documento queda en la nube y servirá como un comprobante válido en caso de tramitar ese documento en el exterior -por pérdida o robo-.
Lo quinto es hacer fotocopias del pasaporte para, al llegar al destino, dejarlas en la habitación. Es una manera aun más veloz de acreditar la identidad. Lo mismo vale para las tarjetas de crédito.
Y la sexta tarea tiene también que ver con la seguridad: se trata del seguro de viaje.
Es un factor que puede salvar una vacaciones si el turista, de pronto, se esguinza una pierna o tiene una infección dental. Su costo siempre es menor que una consulta privada con un profesional. Incluso, en algunos países no se permite el ingreso de turistas que no posean uno.
